lunes, 19 de marzo de 2018

El vagabundo de La Paz



La fascinante ciudad de La Paz. 
Camino entre la multitud, corriendo entre los coches, rozando sedas de colores y admirando largas y sedosas trenzas de ébano. Los olores, las frutas, los rostros de experiencia de las mujeres en sus puestos,..En esta ciudad andina todo va rápido y pausado al mismo tiempo, y mi mente se detiene a observar cada detalle, cada gesto, cada palabra, cada acento, y lo guarda como el más preciado de los tesoros en ese rincón que dedica a las maravillas del mundo; ese rincón en el que el alma se recuesta al final de los viajes para emocionarse con lo aprendido. 

Me detengo a comprar unas deliciosas 'salteñas' y continuo mi camino a la deriva. En medio de ese ensimismamiento ilusionado casi choco con un hombre por la calle que, sin duda por su aspecto,es un vagabundo. Sus ojos son alegres, a pesar de las finas líneas que los años y la pobreza han dibujado en su rostro, su mirada es sabia, pero infantil al mismo tiempo, y su sonrisa amable. El hombre entonces, con una gran sonrisa, me dice:

- Su alma en este momento tiene alas. 
- ¿Por qué lo dice?-le pregunto desconcertada.
- No esta mirando a su alrededor, esta viéndolo todo desde dentro, y por eso brillan sus ojos.
La respuesta me sorprende y me maravilla al mismo tiempo.El hombre continua hablando:
- Alguien a quien le brillan los ojos de esa manera, debe amar  las historias y la poesía.

Ajenos al vaivén colorido de la acera, el hombre comienza a relatarme que ha surcado a nado el Lago Sagrado, y que consiguió despertar al Dragón Dormido susurrándole al oído sus poesías; me dice que se ha  asomado al interior nevado del Illimani y ha acariciado el latido del centro de la Tierra; me cuenta que Pachamama le ha arropado una noche y le ha revelado el origen de las estrellas, mientras Tío bailaba a su alrededor intentando distraerla y seducirla de nuevo, celoso por el inesperado rival.

- Mis letras, historias y versos son suyos, solo le pido que me regale una de esas deliciosas 'salteñas' que lleva en la bolsa.- De pronto me resulta muy familiar ese vagabundo del otro lado del mundo, que transporta mi mente a momentos de cariño y a charlas de madrugada; su alma poeta es gemela de una que yo ya conozco muy bien. 

Entonces, en un repentino impulso, abrazo con todo mi cariño a aquel hombre. Al separarnos su rostro refleja desconcierto pero sigue siendo amable. Le entrego la bolsa de las 'salteñas' y le digo:

- Tal vez le sorprenda, pero si no fuera por usted y por su espíritu de poeta , yo no estaría en este viaje ni tampoco habrían conseguido brillar mis ojos. Yo le debo más a usted que usted a mi. Las 'salteñas' son suyas y puede irse si quiere, pero me encantaría escuchar sus versos e historias, si dispone de tiempo para contármelas.

El vagabundo me muestra entonces una amplia sonrisa:
-Venga, ahí en frente tienen un café excelente. Empezaremos por el principio y terminaremos cuando concluya su viaje. 

Dedicado al Vagabundo.

4 comentarios:

  1. vagabundo de historias,
    de palabras llenas de vida,
    a cada giro de entonación o
    en el justo momento de tropezar con su mirada

    vagabundo de sueños
    a la espera de un rayo,
    de una salteña,
    incluso de un café,
    para pergeñar cuentos
    y más

    me consta que, a este lado del mar,
    hay un Vagabundo orgulloso,
    de serlo, de tenerte)

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    1. Me consta que a este lado del mar hay una escritora veleta y inconstante que tiene la suerte de contar con su poeta vagabundo para animarla a encontrar inspiración hasta en los momentos más inesperados . Y gracias querida Tara por valorar tanto estos arrebatos de letras que me surgen de vez en cuando. :)

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  2. Creo que puede gustarte este libro, por aquello de oír lo que tienen que contar las historias...

    http://loshilosdeunacometa.blogspot.com.es/2018/03/de-ninas-y-faros.html

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